Antonio García es redactor y creador de contenidos digitales especializado en comercio electrónico. Lleva más de 10 años dedicándose al mundo de las artes gráficas y la comunicación digital en todas sus facetas. Ha trabajado en agencias publicitarias y en varios puestos de soporte técnico vinculados mayormente al comercio electrónico.
Ahora, Antonio trabaja en remoto para Flyeralarm,la imprenta online más grande de Europa, en nuestro espacio Utopicus Orense. Su trayectoria profesional le ha hecho pasar por diferentes entornos de trabajo, desde una oficina tradicional hasta trabajar desde casa. Esta es su experiencia al conocer nuestro espacio de trabajo flexible:
¿Por qué decidiste venir a trabajar a uno de nuestros espacios?
La empresa en la que trabajo, Flyeralarm, apostó por un cambio de estrategia comercial y decidió darle más peso a su presencia online que a sus puntos de venta físicos. En este proceso, necesitábamos trasladarnos a un espacio de trabajo que contara con todas las facilidades y servicios para llevar a cabo nuestra actividad profesional con la mayor brevedad posible. De esta manera, acabamos optamos por instalarnos en Utopicus Orense, entre otras cosas, por su excelente ubicación.
¿Por qué te decantaste por Utopicus a la hora de escoger un espacio flexible para trabajar y no por otro coworking?
El caso es que comparamos espacios a través de Internet y, en un primer momento, Utopicus no entraba en nuestros planes. Un día estábamos paseando por Plaza de Castilla (Madrid) vi una lona publicitaria de Utopicus y me decidí a visitar la web. A la Dirección de nuestra empresa le resultó muy atractiva el site y además vio la posibilidad de matar dos pájaros de un solo tiro porque estábamos montando otro proyecto en Barcelona y necesitábamos un espacio allí también. Al cabo de un tiempo, nos instalamos en Utopicus Orense y Utopicus Glòries simultáneamente.
¿Qué crees que te aporta trabajar dese aquí y no desde una oficina convencional/casa?
En un espacio de trabajo flexible como Utopicus el ambiente es mucho más relajado que en una oficina tradicional. Aquí, ves caras nuevas todos los días, los coworkers comparten ideas de forma desinteresada y surgen oportunidades de colaboración a menudo. Trabajar desde casa de vez en cuando no está mal, pero terminas echando de menos el contacto humano. Trabajar en un coworking es similar a vivir en un piso compartido: hay diversidad cultural y personas de entornos muy diferentes al tuyo. Estableces relaciones de amistad con facilidad y, sobre todo, no se respira ese ambiente corporativo tradicional.
¿Crees que volverías a trabajar en una oficina tradicional? ¿Por qué?
Es difícil responder a esta pregunta. Cuando trabajas por cuenta ajena, como es mi caso, tienes que ser todoterreno. He tenido experiencias positivas y también negativas en oficinas tradicionales. A día de hoy, me costaría bastante cambiar el chip en un principio, eso está claro. Creo que la experiencia del espacio de trabajo flexible marca un antes y después en la forma de percibir un entorno de trabajo y cada vez son más las empresas que se están dando cuenta de esto. En cualquier caso, si tuviera que decantarme ahora mismo por uno de los dos estilos de oficina, me me inclinaría por la experiencia del coworking sin pensarlo dos veces.
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