En momentos de cambio e incertidumbre como los actuales contar con un equipo sólido, capacitado y comprometido, sin duda, marca la diferencia. Como con casi todo en la vida, esto no se consigue de la noche a la mañana, con grandes gestos, ni estrategias radicales; más bien todo lo contrario, requiere de un profundo conocimiento de la plantilla y de una apuesta firme por su bienestar a largo plazo.