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5 claves para mejorar el bienestar en tu organización

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Innovación Organizativa

“Nada es permanente excepto el cambio”, Heráclito

Aunque no es algo nuevo, la gestión del bienestar en las organizaciones se ha convertido en uno de los temas más debatidos en las entidades. Pero ¿Es la felicidad organizacional una necesidad o una moda? ¿Qué ha cambiado en los últimos años? ¿Por qué ahora? ¿Y por qué es tan urgente?

“La era digital se mueve a una velocidad sin precedentes”

La IV Revolución Industrial y la digitalización han ejercido un importante impacto en nuestra vida, y, por tanto, también en la de nuestras organizaciones. Las nuevas tecnologías, como el Big Data, el Internet de las Cosas o la impresión 3D, crecen a un ritmo exponencial, cambiando nuestra forma de trabajar y de relacionarnos. Tanto es así, que, en el año 2020, hubo más personas con acceso a un teléfono móvil, que a electricidad o instalaciones sanitarias. Y hace menos de 10 años, ni siquiera existían la mayoría de las canales de comunicación que utilizamos hoy en día (WhatsApp, Teams, RRSS ...).

Ante esta perspectiva de constante avance tecnológico, se hace cada vez más urgente una adaptación del entorno laboral a estas nuevas y cambiantes circunstancias.

“El bienestar no es una moda, es la solución a un problema”

Los cambios organizacionales no son algo nuevo, si bien nunca habían sido tan inciertos, complejos y rápidos. Además de las nuevas exigencias, esta velocidad tan vertiginosa es una gran fuente de estrés. El crecimiento tecnológico exponencial y su impacto en nuestro día a día nos somete a una necesidad de adaptación y respuesta al cambio nunca vista hasta ahora, para la que no estamos preparados.


Por tanto, se requiere de un desarrollo de nuevas habilidades personales y profesionales, que nos permitan gestionar mejor la situación. Según estudios oficiales, como “The Future Jobs Report” del World Economic Forum, las soft skills que serán las más demandadas por el futuro, son: la creatividad, la persuasión, la capacidad de adaptación, la colaboración y la inteligencia emocional. Esto nos permite comprobar que el bienestar personal y organizacional NO es una moda, sino la respuesta a un gran problema al que se enfrentan las empresas para seguir siendo competitivas. Si nuestros empleados no se sienten cómodos, no podrán ser creativos, colaborativos o adaptables; en definitiva, no podrán desarrollar las habilidades clave para alcanzar el éxito empresarial.

“Necesitamos crear un contexto adecuado de motivación, foco y creatividad”

Estas son las 5 claves para mejorar el bienestar en tu organización:

1. Realiza un diagnóstico de partida del bienestar


Cuando vamos al médico, nos hacen pruebas para poder diagnosticar lo que nos pasa. En las organizaciones también es importante medir y transformar en objetivo, lo subjetivo. A través de encuestas propias, o genéricas de clima, con formularios sencillos, se puede conocer el estado de la organización y el de cada uno de los trabajadores en materia de bienestar. También es importante preguntar abiertamente, escuchar en profundidad y de manera constructiva, pues sólo comprendiendo las necesidades reales de los empleados, se pueden plantear soluciones verdaderamente eficaces.

2. Crea un equipo piloto para validar iniciativas mínimas viables

Es importante identificar cuáles son los equipos más proclives al cambio, para testar con ellos las iniciativas y recoger prueba social (testimonios). Los cambios grandes y bruscos suelen generar rechazo, por lo que es mejor experimentar con ideas mínimas viables. De esta forma se invierten menos esfuerzos y recursos, y se pueden ir corrigiendo y reorientando las iniciativas hasta dar con la ideal. Además, la implicación de los grupos de testeo mejora su aceptación en el resto de los equipos, que confiarán más en lo que dicen sus compañeros, que en algo que viene impuesto de sus jefes.

3. Gestiona el proyecto "Bienestar"

El bienestar ha de gestionarse como un proyecto más, con sus objetivos, recursos, plazos... Se debe crear un equipo de proyecto con todos sus roles: primary sponsor, project manager, equipo de ejecución... Además, tendrá que haber un encargado de acompañar al resto de los miembros: el agente del cambio; que ayude a gestionar resistencias y a acelerar el proceso de adopción de las nuevas iniciativas.


También es interesante poder contar con consultores expertos, externos a la organización, que aporten su experiencia, den un aire fresco e introduzcan una visión diferente. Pueden ser de gran ayuda en el camino hacia la consecución de los objetivos. Finalmente, siempre es positivo emplear la metodología OKR (objetivos en cascada) e implicar a los líderes en la definición de esos objetivos. Los propósitos de transformación no son de unos pocos, son de todos y la organización debe compartirlos.  

4. Implanta una nueva mentalidad en la organización

La mentalidad es, sin duda, el punto más relevante de todos. Es aquello que no vemos, pero que rige nuestro comportamiento: creencias, valores, historia personal... La mentalidad es la tierra sobre la que sembramos el bienestar. Si el terreno no es el adecuado, no podrá crecer la planta, ni dará frutos.


En el ámbito de la empresa, la mentalidad es la cultura organizacional. Lo que está, pero no se ve... los valores, comportamientos, políticas, formas de hacer, y de pensar que guían el trabajo diario. Las iniciativas de bienestar pueden confrontar algunos de esos aspectos, requiriendo un cambio de mentalidad en los empleados y en la entidad en su conjunto. Es importante dar tiempo y espacio para que esos cambios se asienten.


Cabe recordar que son las personas las que cambian, y no las organizaciones, y que, por tanto, sobre ellas recaen el grueso de los cambios. Por ello, es fundamental conocer y acompañar a las personas, porque si se quiere un cambio a largo plazo, la persona tiene que querer hacer, no sirve la imposición.

5. Establece una coalición de líderes

Los líderes tienen que cuidar el terreno y a las personas... hay que cambiar la mentalidad y desaprender malas prácticas de gestión de personas que ya no funcionan. Quizás funcionaban antes, pero ya no... Por último, es importante ser coherentes. No funciona el “Consejos vendo, que para mí no tengo”. Tenemos que empezar el cambio por nosotros mismos. Concienciarnos de la necesidad de nuestro propio bienestar y del valor de liderar con el ejemplo, poniendo siempre a las personas por encima de los procesos.

 

En conclusión, para que el bienestar sea real, es necesario el convencimiento de los líderes de que no es una moda, sino la solución a un problema, en un nuevo contexto digital cada vez más complejo. Que es algo que se debe afrontar, y no dejar pasar si se quiere seguir siendo competitivo en el medio-largo plazo. Y que el cambio comienza, siempre, por uno mismo. Gandhi decía “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”, nosotros te invitamos a ser el cambio que quieres ver en tu organización.
 

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