No es ningún secreto que las empresas, tal y como las conocíamos hasta ahora, necesitan evolucionar para adaptarse al nuevo contexto que está emergiendo y tampoco es ningún secreto que cada vez más empresas están emprendiendo un proceso de transformación en múltiples dimensiones, con todos los desafíos que ello conlleva.
Desde luego, no es fácil pasar de una organización centrada únicamente en los beneficios a una con un propósito claro, de las estructuras piramidales a las redes de equipos, de jefes autoritarios a líderes colaborativos, de cadenas de valor a ecosistemas, de secretismo e individualismo a transparencia y responsabilidades compartidas…
Y es que, a pesar del consenso que existe respecto a la necesidad de estas transformaciones, no existe un camino único para afrontarlas, no hay una fórmula secreta, metodologías “milagro”, ni gurús que puedan llegar desde fuera y transformar nuestra organización con su “varita mágica”. Lo que funciona para una organización, puede no funcionar para otra, cambios grandes pueden no surtir ningún efecto, y pequeños cambios pueden desencadenar transformaciones radicales.
Es por ello, que es tan importante que cada organización encuentre su propio modelo de cambio, atendiendo a su contexto particular y partiendo de una reflexión crítica sobre lo que han llevado a cabo otras empresas y lo que nos dicen los expertos. Sí, es necesario buscar inspiración, investigar casos de éxito y aprender nuevas metodologías. Y sí, podemos encontrar expertos que nos acompañen en este proceso de transformación. Pero es fundamental adoptar esa mirada crítica y creativa, “hackear” el proceso y experimentar para encontrar lo que realmente funciona en nuestra organización.
Esto es precisamente lo que venimos haciendo en la UtopicSchool, acompañando a personas, equipos y organizaciones para que encuentren su propio camino y empoderándoles para trabajar en una forma más humana, creativa y productiva. Y aunque, como decía unas líneas más arriba, no existe una fórmula secreta, sí que me gustaría compartir un caso real, en el que hemos visto cambios significativos y hemos vivido grandes aprendizajes. Con esto, espero que podamos reflexionar y avanzar juntos hacía entornos profesionales que catalicen el potencial humano.
¿Cómo podríamos potenciar una cultura más emprendedora, creativa y colaborativa?
Este fue el gran reto que nos planteó Endesa cuando empezamos a trabajar juntos y sin duda nos pareció apasionante desde el inicio. Nos encontrábamos frente a una empresa de más de 10.000 trabajadores, en un proceso de transformación cultural a escala global, dentro de uno de los sectores que más está cambiando en los últimos años.
Así que con el mindset ágil y en beta-constante que nos caracteriza, en seguida nos pusimos a experimentar y comenzamos a sumergirnos en la organización para comprender mejor su realidad antes de proponer ninguna “receta”.
Observamos, observamos y observamos, hasta que nos dimos cuenta de dos aspectos que resultarían clave para resolver nuestro desafío: El cambio no podía venir únicamente desde arriba, sino que debía ser impulsado y contagiado por agentes de cambio en distintos equipos y niveles de responsabilidad, ni se podía desplegar simultáneamente en toda la organización, se debía experimentar, validar y en último término escalar.
Empower: Desarrolla tus habilidades emprendedoras, saca tu máximo potencial
A partir de estas dos premisas y codo a codo con el equipo de Endesa empezamos a diseñar el programa Empower.
En primer lugar, éramos conscientes de que el cambio debía venir desde distintos ángulos y que debíamos encontrar aquellos agentes de cambio que estuviesen dispuestos a desaprender para aprender, a invertir energía en cambiar las cosas, a ilusionarse y a contagiar a sus compañeros y compañeras de trabajo hacia una nueva forma de trabajar.
De modo que lanzamos una primera convocatoria para sumarse a esta comunidad de agentes de cambio y seleccionamos a 30 perfiles de entre las más de 300 candidaturas. 30 personas diversas y multidisciplinares provenientes de toda la geografía española y de diferentes departamentos, equipos y niveles de responsabilidad.
También éramos conscientes de que para resolver este desafío necesitamos algo más que un programa de formación, pero también necesitábamos algo más que un proyecto de consultoría. No se trataba sólo de aprender nuevas habilidades, ni tampoco de implantar soluciones ideadas por alguien externo. Realmente debíamos empoderar a las personas para que fuesen ellas mismas quienes a través de su propio proceso de aprendizaje impulsasen cambios dentro de la organización.
Desde este punto de vista diseñamos Empower como un programa en tres fases: una primera etapa de inspiración y aprendizaje, una segunda de experimentación y acompañamiento y una última de construcción de comunidad y viralización del cambio.
Inspiración y aprendizaje
Este primer módulo fue concebido como una experiencia de aprendizaje intensiva, presencial y en equipo. Nos juntamos con todos los participantes en Madrid y durante tres días estuvimos trabajando para aprender nuevas herramientas y metodologías innovadoras. Aprendimos con distintos expertos sobre los principios del trabajo colaborativo, metodologías ágiles, innovación centrada en el usuario, pensamiento de diseño y de comunicación de alto impacto.
Todo ello, desde un enfoque esencialmente experiencial, poniendo en el centro a los participantes y sus experiencias. De forma que, al acabar, el grupo había llegado a conclusiones propias y nuevas ideas aplicables en su día a día en la organización.
Experimentación y acompañamiento
Con esta nueva caja de herramientas para el cambio y llenos de motivación al haber compartido estas jornadas con compañeros de toda la organización, conectados por un mismo propósito, entramos en el segundo módulo, para experimentar en un entorno “seguro para la innovación” con nuevas formas de trabajar.
Para ello se crearon equipos multidisciplinares y deslocalizados, quienes identificaron desafíos reales a los que se enfrentaba la organización y empezaron a trabajar durante 3 meses en nuevos proyectos para darles solución.
Poco a poco, los participantes fueron encontrando los espacios en su día a día para experimentar y seguir aprendiendo junto a sus equipos, a través de la aplicación de estos nuevos conocimientos y habilidades en un contexto real y acompañados en su proceso de aprendizaje por los mentores y coaches de la UtopicSchool.
Utilizando proyectos reales como vehículo de aprendizaje y dando autonomía y acompañamiento a los participantes, nos dimos cuenta de que este nuevo mindset colaborador, creativo e innovador iba permeando desde los participantes de Empower al resto de sus equipos habituales de trabajo, el nuevo conocimiento empezaba a fluir por la organización y el cambio se estaba viralizando.
Construcción de comunidad y viralización
Así que, tras 3 meses de experimentación, muchos errores y grandes aprendizajes, era el momento de construir una comunidad fuerte de agentes de cambio, a la que se pudiesen ir incorporando los graduados de Empower, para seguir compartiendo conocimiento, aprendizajes y experiencias, impulsar juntos cambios reales y con impacto duradero y continuar viralizando esta nueva forma de trabajar en toda la organización.
El diseño, creación y gestión de esta comunidad, corrió a cargo de los propios participantes de la primera edición, quienes tras haber vivido la experiencia de 3 meses del programa Empower, habían definido sus propias herramientas y metodologías y estaban preparados para seguir aprendiendo e impulsando cambios en sus equipos y en la organización.
En estos momentos la segunda generación de Empower está llegando al fin de la etapa de experimentación y pronto se sumarán a la comunidad creada por sus predecesores. Sin duda, este movimiento de transformación ya es imparable.
Recomendaciones finales para afrontar un proceso de cambio
Si algo hemos aprendido de esta experiencia tan enriquecedora con una gran compañía como Endesa, es que no tenemos excusa para no cambiar.
- Independientemente del tamaño de tu organización, de los liderazgos y de tu contexto particular, no esperes a que la transformación venga desde arriba. Desde tu equipo y poniendo el foco en aquello que está bajo tu área de actuación, es posible impulsar cambios significativos y contagiar al resto de equipos.
- Empieza con pequeños experimentos, busca inspiración, prueba, equivócate, aprende y vuelve a empezar de nuevo. Se pueden obtener grandes insights con pequeños experimentos, que te ayudarán a encontrar soluciones adaptadas a tu organización. Un pequeño experimento que ha funcionado es el mejor factor de motivación para impulsar cambios a mayor escala.
- Escucha a tus empleados. ¿Qué es lo que realmente piensan y sienten? El diálogo con los empleados te ayudará a tomar conciencia de la realidad de la organización, trazar estrategias comunes e identificar los agentes de cambio que se encargaran de impulsar y viralizar la transformación que tu organización necesita.
Pero sobre todo recuerda, no existe la fórmula secreta. Cuestiona todo, dialoga, adopta un mindset de pensamiento crítico, no tengas miedo a equivocarte, aprende siempre, experimenta y sé creativo. Hacia un futuro incierto esta es la única garantía de éxito.