Hace solo una década el concepto coworking apenas era un anglicismo incomprensible para todo el mundo más allá de esos pioneros emprendedores. Hoy se puede decir con firmeza que es más una industria propia que una tendencia, una forma de entender el trabajo más que una alternativa forzosa. Los números hablan por sí mismos: existen “oficialmente” más de 1,2 millones de coworkers en todo el mundo situados en cerca de 14.000 espacios, con perspectiva de que aumenten hasta los 26.000 en los próximos años. Y según Coworking Spain, en España somos más de 900 espacios de este tipo, lo que nos sitúa terceros en el ranking mundial. Ahí es nada.
Las grandes empresas, mientras tanto, han tardado demasiado en dar el salto a la hora de pensar en términos de cultura corporativa y en aplicar nuevas tendencias de trabajo. Por su tamaño, su antigüedad y su historial de éxitos, muchas corporaciones se resisten a asimilar conceptos recientes. Ahora, con el tablero de juego ya replanteado, necesitan ser más ágiles que nunca. De ahí nacen soluciones mixtas como el Coworking Corporativo, esto es, plantear espacios abiertos y puestos de trabajo dentro de complejos empresariales, o directamente plantear llevar una gran empresa a un espacio de coworking adaptado a sus necesidades.
Vamos a plantear distintos casos en los que la filosofía empresarial puede necesitar adaptarse al nuevo panorama.
La expansión internacional y la industria global
La creciente globalización e internacionalización de cualquier agente relevante en el s. XXI exige mucha flexibilidad a las grandes empresas. Pueden encontrarse en la situación de necesitar un espacio en la duración de una feria, de un proyecto de varias semanas, o bien pueden requerir de oficinas durante varios meses mientras comienzan el proceso de instalarse de forma independiente. En ambos casos, la filosofía coworking viene como anillo al dedo. Es una forma de entender el trabajo modular y adaptativa. Incurren en menos gastos y tienen todas las prestaciones que pueden necesitar.
Mejor aún, el entorno facilita la integración con el país de acogida. Encontrarse cerca de otras empresas y emprendedores ayuda a cualquier ejecutivo internacional a tener una visión de conjunto de una forma mucho más clara que al hacerlo por su cuenta. Un equipo puede asumir el riesgo de probar suerte en un mercado extranjero minimizando la inversión o, simplemente, dedicarle tiempo a buscar el espacio idóneo para su empresa.
Las fórmulas y soluciones que aplicar por una empresa son muy variadas: desde alquilar una sala de reuniones, una o varias oficinas privadas, puestos flexibles… Aquí es donde las opciones del coworking ofrecen un abanico de posibilidades prácticamente personalizado.
Mentalidad de Startup para grandes Corporaciones
Los conceptos del trabajo remoto y del mundo freelance/autónomo empiezan a ser más la norma y menos la excepción. El trabajador no solo agradece, sino que exige poder tener la libertad de moverse según sus necesidades o las de sus distintos proyectos. El reto de una gran empresa está en ofrecer distintas posibilidades a los distintos tipos de contrato, ya sea porque existan proyectos que demanden puestos flexibles o porque los mismos trabajadores tengan unas condiciones presenciales mixtas.
Compartir techo con comunidades emergentes o tener a mano una buena agenda de eventos les ayuda a mantenerse al tanto de las últimas tendencias en industria, tecnología y educación digital. El éxito del modelo coworking surge de querer trabajar feliz y crear un entorno donde pueda alimentarse el talento de cada uno. Se favorece un entorno de aceleración cultural, de interacción y de agilidad en la innovación.
Por estas razones, empresas enteras pueden trabajar en un edificio de coworking con funciones prime como las anteriormente mencionadas. Pueden hacerse con una planta entera, o compartirla con empresas afines. Para ellas implica poder trabajar codo con codo junto a futuribles colaboradores, empleados y proveedores. E idealmente, ecosistemas emergentes como las industrias FinTech, Blockchain, etcétera pueden compartir recursos a la vez que comparten techo.
Atrapar a los nuevos talentos
Son cada vez más los trabajadores de primera línea que cuentan con un perfil internacional, sobre todo entre las generaciones jóvenes. Para ellos es tan importante el estilo de vida como la forma de entender el trabajo que nació a partir de los primeros coworking: una comunidad de gente afín de distintas industrias con las que compartir conocimientos y oportunidades. Ofrecerle a alguien de entre 20 y 40 años un puesto fijo en una gran oficina, a la manera clásica, cada vez es más complicado. Y si varias empresas se pelean por su talento, más aún.
Un espacio de trabajo flexible es clave para promover nuevas formas de cultura corporativa. El Coworking Corporativo sirve para aplicar estos mismos principios que han utilizado emprendedores y startups en empresas de gran tamaño, con plantas enteras de oficinas de disposición abierta que puedan modular a placer. Este modelo mixto genera nuevas formas de trabajar, más ágiles, colaborativas y creativas, atendiendo a las necesidades del trabajador sin eliminar la privacidad y los requerimientos de cada empresa. Aún más importante, hacer saber al mundo que están adaptándose al mercado genera muy buena sensación cara al posicionamiento de marca. No hay una declaración de intenciones más firme que saber que estás preparado para la volatilidad del siglo XXI.
Las aportaciones de Utopicus
En este sentido, en Utopicus diseñamos espacios que respondan a las necesidades de las empresas en la era digital de Orense, Príncipe de Vergara y Gran Vía en Madrid y de Plaça Catalunya y Clementina en Barcelona. ¿Qué les ofrecemos? Les ofrecemos todas las opciones anteriormente mencionadas: desde salas de reuniones u oficinas que pueden alquilar para un proyecto concreto hasta oficinas privadas para una futurible internacionalización; un proceso de experimentación con el espacio y la cultura corporativa que nos entusiasma. Creemos que, con los ingredientes adecuados, podemos hacer florecer a industrias nacionales e internacionales.
Más importante aún, Utopicus pretende llevar esta misma filosofía a empresas ya establecidas. A todos aquellos que se animen a formar parte de la revolución del trabajo les queremos proponer una transformación integral, desde la arquitectura hasta los procesos internos. Hacer un onboarding absoluto al nuevo siglo.
Al fin y al cabo, estos cambios de la cultura corporativa no tienen otro objetivo que el de construir sobre lo ya establecido e intentar hacer del 70% de nuestra vida algo mucho más gratificante.